Según el calendario, un año tiene 365 días. Pero en el mundo de la IA, a menudo cada mes parece traer consigo el equivalente a un año de innovación. Esta clase de velocidad puede ser emocionante. Sin embargo, el nivel de cambio requerido para sacar provecho de la creciente innovación despierta en nosotros una serie de emociones que nos exigen predecir el futuro y, a la vez, intentar ubicarnos en él. Todos los ejecutivos de empresas, así como todas las personas cuyo trabajo diario se verá afectado por la IA, sienten esta presión.
Como alguien que sigue de cerca la historia y las tendencias tecnológicas, me pregunto constantemente si el último titular es algo revolucionario o simplemente un paso evolutivo. Si la historia nos ha enseñado algo, es que siempre existe un antes y un después bien definidos cuando ocurre un cambio revolucionario. Estoy convencido de que el impacto de la IA será revolucionario y que las acciones que adoptemos hoy en este sentido definirán el mundo “después” de su introducción. Aún estamos a tiempo de controlar y definir ese resultado, pero eso requerirá que todos tomemos medidas audaces e intencionadas. Esas medidas audaces deben enfocarse en mejorar tu experiencia, no en reemplazarla.
Cada nueva revolución tecnológica ha generado entusiasmo y temor. Temor a lo desconocido, a las posibles repercusiones y a cómo las personas podrían necesitar cambiar. Las personas tienden a evitar el cambio, pero, como tecnólogos, hemos aprendido que el cambio es la única constante en nuestro mundo y debemos aceptarlo. Buscamos constantemente el "próximo acontecimiento" y hoy nos encontramos en un punto de inflexión en el cual los tecnólogos tenemos la oportunidad de liderar el cambio. Más que cualquier otro grupo, tenemos la experiencia para saber que la IA presentará incógnitas, que las versiones iniciales de la IA no serán perfectas, pero nuestra naturaleza adaptativa y curiosa debería impulsarnos a todos a ansiar mejorarla.
Pongamos esos temores en un contexto diferente. ¿Cuándo fue la última vez que enviaste una carta por motivos comerciales? ¿Cuándo fue la última vez que utilizaste un teléfono de línea con cable? ¿Cuándo fue la última vez que compraste un sistema operativo empaquetado? ¿Cuándo fue la última vez que te preocupaste por la estabilidad de un sitio web que funcionaba con Linux, Apache o MySQL? ¿Cuándo fue la última vez que lo pensaste dos veces antes de solicitar un viaje con tu smartphone? Todas estas revoluciones (el internet de banda ancha, la web, la nube, la computación móvil) estuvieron plagadas de temor e incertidumbre. Pero el entusiasmo y el éxito de las posibilidades superaron con creces el miedo a lo desconocido.
En nuestra propia experiencia, fueron pocas las revoluciones tecnológicas que generaron tanto temor como el software open source. La industria tradicional le temía. Los usuarios potenciales temían adoptarlo. El ecosistema no lo comprendía. Un código inseguro… Colaboradores desconocidos… Modelos de soporte indefinidos… Modelos de negocio no consolidados… La lista de incógnitas era más larga que las primeras líneas de código. Y aun así, pudo más la curiosidad. Las posibilidades mejoraron. Las comunidades que se organizaron en torno a él se ampliaron. Y los resultados tecnológicos han sido significativamente mejores de lo que cualquiera podría haber esperado. Solo el año pasado, se realizaron casi 5 mil millones de contribuciones al código abierto en todo el mundo. Nadie podría haber predicho lo extendido que llegaría a estar el código abierto, ni podría haber imaginado las nuevas ideas que originaría.
Nuestra expectativa es que las comunidades open source sigan desempeñando el papel más importante en la definición del futuro de la IA. Sabemos que es posible que algunos aspectos del open source deban adaptarse a las nuevas realidades de la IA, pero Red Hat está comprometido con encontrar respuestas a las incógnitas y a los temores. Eso sí, como ocurre con todo lo que tiene que ver con el open source, no podemos hacerlo solos. Debemos afrontar estos desafíos junto con la comunidad open source.
En Red Hat, creemos que si tomamos la valiente decisión de involucrarnos, adoptar e impulsar el avance de la IA, tendremos más oportunidades de influir en los resultados. Puede que aún no tengamos el panorama completo, pero, como siempre ocurre con los seres humanos, evolucionaremos. Elegimos aprovechar el potencial de la IA. Elegimos influir activamente en el “después”, en lugar de ser simples observadores pasivos.
En el Red Hat Summit, expondremos una visión audaz para ayudar a que conectes tu mundo actual con el nuevo mundo de la IA. Creemos que el futuro de la IA es open source. Durante más de una década, hemos ayudado a nuestros clientes a conectar el mundo actual con la era de la nube, lo que transformó a la nube híbrida abierta en el modelo operativo de facto para empresas de todo el mundo. Ahora, conectamos el mundo de la nube híbrida con el mundo de la IA para que puedan ampliar las capacidades con las que cuentan en lugar de intentar reemplazarlas. La manera de hacerlo es permitirles a nuestros clientes y partners seguir aprovechando la innovación open source, a la vez que les ofrecemos una vía que les permite dictar el ritmo del cambio.
Esto significa que debemos mejorar nuestras principales plataformas (RHEL, OpenShift y Ansible) para que sean más fáciles de operar, escalar y proteger. Al mismo tiempo, necesitamos ampliar nuestro portfolio de Red Hat AI para incorporar las últimas innovaciones en IA, como vLLM, MCP y Llama Stack, entre muchas otras. Este enfoque te permitirá potenciar lo que ya tienes, desde la infraestructura hasta la automatización y las aplicaciones. La IA ayudará a que sean más fáciles de usar y mantener y sean accesibles para más personas.
Para nuestros clientes y partners, una decisión audaz no solo implica elegir las tecnologías adecuadas, sino también optimizar el talento de sus equipos y liberar tiempo para que lo dediquen a generar nuevas ideas y habilidades. La IA ofrece innumerables posibilidades, pero para poder descubrirlas, es necesario que le brindes a tu equipo el espacio necesario para que dé rienda suelta a su particular creatividad.
Así como moldeamos el universo del open source, podemos moldear el mundo de la IA. Podemos superar este momento de incertidumbre y temor y conectar ambos mundos con el mismo espíritu y los mismos principios que impulsaron el open source. Ya lo hemos hecho antes; hagámoslo nuevamente con la IA.
Sobre el autor
Matt Hicks was named President and Chief Executive Officer of Red Hat in July 2022. In his previous role, he was Executive Vice President of Products and Technologies where he was responsible for product engineering for much of the company’s portfolio, including Red Hat® OpenShift® and Red Hat Enterprise Linux®. He is one of the founding members of the OpenShift team and has been at the forefront of cloud computing ever since.
Prior to joining Red Hat 16 years ago, Hicks served in various roles spanning computer engineering, IT, and consulting. He has worked with Linux and open source for more than 25 years, and his breadth of experience has helped him solve customer and business problems across all areas of IT.
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